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“¿Y para qué vas al cerro…?” Cómo incursionar en la vida al aire libre

  • Por Carbono Catorce Team
  • 31 ago 2016
  • 4 Min. de lectura

Una de las primeras preguntas a las que nos hemos enfrentado los amantes de la vida al aire libre al comenzar a realizar nuestros pininos en el mundo outdoor es la clásica “¿y para qué haces eso?” mientras familiares o amigos nos observan como bichos raros al narrarles nuestras aventuras.

Motivos hay tantos, tan válidos y tan individuales como cada uno de los practicantes de este tipo de actividades. En general, algunas de las causas iniciales que nos mueven a ponernos las botas de excursión por primera vez son:

  • Para estar en contacto con la naturaleza y aislarte un poco de la parafernalia citadita…

  • Como una excelente forma de ejercitarte y sacar todo el estrés acumulado…

  • Para vivir nuevas experiencias y reacomodar tus prioridades…

  • Socializar con nuevas personas que compartan mis gustos y aficiones…

  • Como hobby paralelo a la fotografía captando imágenes increíbles en los lugares visitados…

  • Para desafiar tus límites físicos y mentales…

  • Para conocer sitios hermosos y alejados del turismo tradicional…

  • Por curiosidad, moda, quererte sacar la selfie de tu vida con un paisaje increíble de fondo…

  • Por seguir al novi@ intrépido y de corazón aventurero…

¡Todas las razones son igualmente válidas y poderosas! Así que no importa cuál sea la tuya, lo importante es comenzar y aquí está exactamente la cuestión ¿y cómo vamos a comenzar?

Básicamente existen 3 formas para incursionar en las actividades al aire libre:

1.- Por tu propia cuenta a ensayo y error.

Ya descargaste todos los tutoriales existentes en YouTube sobre excursionismo, montañismo, campismo, supervivencia, nudos, etc. y estás listo para salir a probar tus nuevas habilidades al mundo real. Al fin de cuentas caminar por áreas agrestes e inhóspitas no parece tan difícil y es por ello que se suscitan con frecuencia los extravíos, incidentes y hasta accidentes graves al contar quizá con mucho conocimiento teórico pero nula experiencia que te permita aterrizarlo en forma adecuada para la interpretación de peligros subjetivos y objetivos, cambios meteorológicos, seguimiento de rutas, medidas de seguridad, etc.

A todas luces, esta es la opción menos recomendable para alguien que desea disfrutar de la naturaleza en forma segura y responsable.

2.- Integrándote a algún grupo deportivo informal.

Nos referiremos a informal como aquella agrupación que no tiene una figura jurídica definida y por lo tanto no cuenta con ningún tipo de registro ante las dependencias oficiales ni las reguladoras de las actividades al aire libre.

Si bien existen grupos más buenos o menos malos –según como los quieras ver- o dormidos en sus antaños laureles, en general encontrarás la desventaja de que en la mayoría de este tipo de organizaciones los guías de las actividades no cuentan con capacitación formativa especializada estandarizada y su experiencia ha sido acuñada únicamente por el empirismo, arrastrando en algunas ocasiones vicios o malas prácticas que son transmitidas a las nuevas generaciones que van integrándose. Es común también que no se cuente con protocolos adecuados para actuar en caso de alguna emergencia, seguros de vida, políticas de operación claras así como que también intenten eludir cualquier responsabilidad civil haciendo uso de cartas responsivas.

3.- Realizando actividades con una organización formal dedicada a las actividades al aire libre

La mayoría de las actividades al aire libre se encuentran catalogadas como turismo de aventura por parte de la Secretaria de Turismo en la NOM-009-TUR-2002 y cuentan con regulaciones muy claras sobre el tipo de conocimientos que debe de tener el guía especializado, políticas de operación que deben regir a la organización (NOM-011-TUR-2001) y demás garantías a las que tienes derecho como asistente a las mismas. Si bien lamentablemente todavía no se exige la aplicación de esta norma en forma rigurosa a todos los organizadores de actividades al aire libre, existen grupos y organizaciones que los aplican voluntariamente dentro de sus políticas de operación y procedimientos.

Las agrupaciones dedicadas en forma profesional a la práctica de este tipo de salidas conocen muy bien toda la normatividad a cumplir para garantizarte vayas incursionando en forma progresiva y guiada en la actividad que más te guste practicar, cuentan con programas periódicos de capacitación para sus guías, mantienen altos estándares de seguridad durante todas sus actividades y mantienen reglamentos internos para salvaguardar y proteger las áreas naturales que estarás visitando… La seguridad no está peleada con la diversión y la aventura, ni ser "formal" significa ser "aburrido".

¿Entonces, cómo puedo comenzar mi vida al aire libre?

Recuerda que cada uno de nosotros somos responsables de nuestra seguridad y debemos de tener en cuenta cuáles son nuestras capacidades físicas, habilidades y limitantes para incursionar en cualquier tipo de actividad.

Si bien algunas frases motivadoras rezan "el límite está en ti mismo" o "puedes llegar a donde quieras llegar" , en la mayoría de las ocasiones es necesario realizar entrenamientos progresivos que nos permitan desarrollar nuestras capacidades al máximo y entonces lograr las metas que nos propongamos.

Una buena idea es proponernos metas a corto plazo que nos permitan ir alcanzando objetivos específicos y tratar de ir superándolas gradualmente.

¿Quieres algunos tips para comenzar tu vida al aire libre con el pie derecho? Te invitamos a leer nuestro artículo ¿La responsabilidad civil también aplica en las salidas al cerro “entre cuates”? y no te pierdas el insustituible Decálogo con todas las preguntas que debes de hacerte antes de decidirte con quién realizar alguna actividad al aire libre.

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